“El núcleo de la Tierra no se ha detenido en sentido absoluto”

27/01/23

angel martin furones

Ángel Martín Furones, director del Departamento de Ingeniería Cartográfica, Geodesia y Fotogrametría

El núcleo de la Tierra gira junto con el resto de capas de la misma. Esto quiere decir que un astronauta situado en un punto fijo del espacio vería girar todas las capas de la Tierra a la misma velocidad (incluido el núcleo), pero para un observador situado en la superficie terrestre y que, por tanto, participa de su rotación, la velocidad relativa del núcleo es cero. De igual manera pasaría si estamos en un autobús y miramos a la persona que se nos sienta al lado; para nosotros, la velocidad relativa del compañero de viaje es cero, pero para un observador situado en la calle la velocidad de nuestro compañero es la del autobús.

La dinámica del interior terrestre es compleja y una de sus consecuencias es que el núcleo interno de la Tierra gire a velocidad un poco diferente a la del resto de capas, en unas épocas (decenas de años) gira un poco más deprisa y en otras un poco más despacio. Este hecho es conocido en el mundo científico desde el siglo pasado gracias, sobre todo, al análisis de los terremotos que permiten extraer conclusiones sobre la composición y dinámica de las diferentes capas a partir de la variación de velocidad con que llegan las diferentes ondas sísmicas a los observatorios sísmicos situados en toda la Tierra.

El reciente trabajo publicado en la revista Nature Geoscience, una de las más prestigiosas a nivel científico en su campo, por los investigadores de la Universidad de Pekin Yi Yang y Xiadodong Song sobre esta cuestión, es el estudio más completo y con mayor número de terremotos analizados realizado hasta la fecha. Este estudio concluye que este movimiento relativo del núcleo está llegando actualmente a cero, esto no quiere decir que el núcleo de la Tierra se haya detenido de forma absoluta si no que se mueve a la misma velocidad que el resto de capas terrestres. El estudio concluye, además, que este período de oscilación de la velocidad del núcleo respecto al resto de capas terrestres tiene una duración aproximada de 70 años.

Esta variación diferencial de velocidad del núcleo sobre el resto de capas terrestres produce efectos que pueden ser muy llamativos como la variación del campo magnético o incluso la variación de la longitud del día. Cabe decir que estos efectos se producen a diario sin ninguna consecuencia práctica sobre nuestras vidas ya que son extremadamente pequeños, por ejemplo, un terremoto hace que las masas de la Tierra se redistribuyan cambiando los momentos de inercia de la Tierra y, por tanto, cambiando su velocidad de rotación y, por tanto, la longitud del día, incluso el viento, que actúa sobre las montañas como sobre las velas de un barco, hace que la longitud del día pueda variar.

En mi opinión este artículo es muy importante y será un trabajo de referencia generalizado para los próximos estudios relativos a esta cuestión, aportando un avance importante en nuestro conocimiento sobre el planeta en que vivimos; un planeta cuyo núcleo, eso sí, no se ha detenido en sentido absoluto.

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