Universidad e Innovación

¿Está llamada la universidad a innovar?

La innovación se ha convertido, no sólo en el principal factor de competitividad de las empresas, sino también en fuente de soluciones a los retos sociales y medioambientales que vivimos. La investigación está en la base de una parte relevante de la innovación, pero el talento emprendedor es imprescindible para la dinámica innovadora. Las universidades investigamos y generamos talento, tenemos en nuestra mano dos de sus ingredientes esenciales.

La universidades ¿Estamos organizadas para producir innovación? ¿Tenemos capacidad para responder a la pregunta de qué podemos hacer por la innovación de empresas y otro tipo de entidades? ¿Son éstas las preguntas que guían nuestras respuestas?

Pese a que en la figura del profesor confluye la generación de conocimiento y de talento, la organización tradicional de las universidades conduce a silos en los que docencia e investigación se encuentran separadas y, a veces, distantes. Hay excepciones que lo que hacen es confirmar la regla. Y hay esfuerzos por superarlo, como el EIT, que trata de conjugar formación, aplicación de la investigación y emprendimiento a través de comunidades de innovación basadas en conocimiento. Sin embargo, muchas veces termina entendiéndose como una fuente de proyectos europeo más y no como una dinámica de nueva universidad.

Centros, Departamentos, Institutos y Servicios universitarios generan una inercia de  compartimentación de la universidad que dificulta la construcción de una estrategia común corporativa y la confluencia de diversas aproximaciones y perspectivas para generar soluciones a los retos. Por otro lado, la autonomía del profesor, amparado por su libertad de cátedra, le hace sentirse como una unidad un tanto independiente de la universidad, a la cual refiere como un ente externo que da o quita recursos, o que simplemente aloja lo que hace.

Romper silos entre estructuras universitarias es uno de los retos que tiene que afrontar una universidad que quiera incidir en innovación en su entorno.

La interacción entre los diversos ejes organizativos y disciplinares a nivel interno, y, también, la permeabilidad con el exterior de las unidades académicas y también de las no académicas puede enriquecer la universidad y seguro que es una fuente de nuevas ideas y experiencias. Pero hay que ser proactivos para abordarlo. Del funcionamiento ordinario difícilmente vendrá el cambio.

Para que haya cambios deben ocurrir cosas nuevas

Un ejemplo de ello es la propuesta que hizo en el año 2016 la Universitat Politècnica de València al dividir su OTRI en dos unidades, una, grande, para la gestión, que iba devorándolo todo, y otra, pequeña, para la promoción, que era necesario salvar. La segunda, que pasó a llamarse i2T y es la actual OTRI de la UPV, dejó a un lado la inercia de la que procedía y, sobre una hoja en blanco, y ayudados con la perspectiva de un colaborador externo a la universidad, escribió: “¿qué puede hacer la UPV por la innovación de las empresas y del entorno?”, en lugar de “¿en qué puede i2T dar servicio de promoción de I+D+i a profesores?”. Este cambio en la pregunta llevó a cuatro elementos de respuesta: talento, formación contínua, I+D e inversión en nuevas oportunidades y negocios. Los dos primeros habrían estado ausentes con la segunda pregunta.

El nuevo enfoque llevó a abrir diálogo con la unidad de prácticas en empresa, la unidad de formación permanente, la escuela de doctorado, el parque científico, las iniciativas de innovación de los estudiantes y el abanico de las estructuras de investigación.

Esta comunicación permitió entender que, dichas unidades, ubicadas en diferentes vicerrectorados, también buscaban apoyar la innovación de las empresas y el entorno. Y así surgió UPV-innovación, como una iniciativa bottom-up con un programa de actuaciones de colaboración entre las diversas unidades y una marca que nos vinculaba a todos y que transmitía al exterior una interlocución corporativa y coordinada de la relación de la UPV con las empresas.

UPV-innovación despliega equipos de trabajo conjuntos entre servicios universitarios y entre servicios y unidades de investigación. Está aportando más capacidad en acometer relaciones corporativas y estratégicas con empresas, fomento de spin-off, actuaciones en compra pública de innovación o estrategia comercial corporativa alineada con la de sus unidades de investigación. Es un camino largo y el desafío es enorme, en particular en la gobernanza, pues se basa más en adhesión a un propósito que en una jerarquía de mando.

Romper silos

La cultura de la calidad y de la mejora continua nos ha aportado muchos avances, es cierto. Pero también nos ha encasillado en procesos y procedimientos estrictos, donde todo debe hacerse conforme a norma. Nos ha constreñido a que no salgamos de las tareas que se nos han asignado.

Pero podemos dejar a las máquinas y a los robots ese modo de funcionamiento, que lo hacen perfectamente. Las personas contamos con otros recursos, como la creatividad o la sensibilidad que surge de las emociones. Estos recursos funcionan bien cuando se les orienta a un propósito, a una misión y cuando se da la confianza. En ese modo de funcionar, aparecen preguntas nuevas, las opciones de respuesta se abren, los silos se desvanecen, la innovación ocurre.

Las iniciativas de romper silos, proceden más de personas que asumen e interiorizan un propósito, que emprenden y conciben otra forma de hacer, más que de procesos estructurados y modelos preconcebidos. Las universidades debemos ser capaces de incorporar personas con esa actitud y propiciar espacio para que puedan desarrollarla. El privilegio de una universidad es precisamente ser un entorno de pruebas y de experimentación, donde fracasar no es más que una oportunidad más para aprender y progresar. Agradecerlo y aprovecharlo es lo que podemos retornar a la institución y a la sociedad quienes trabajamos en ella.

 

 

 

Comentarios
  1. BAHAMONDE FALCON LUIS dice: 30/03/2023 a las 10:51

    Muy interesante su articulo Dr. Fernando Conesa Segarra.

    Con respecto al mismo, le diré que desde hace varios años (2009), la entidad público – privada que represento, INNOBAIX, )www.innobaix.cat), viene colaborando con la Universidad Politgecnica de Castelldefels y con la Cátedra de Derecho Procesal, Prof. Dr. Davis Vallespín Pérez.

    La colaboración que venimos realizando con la UPC, desde el año 2009 (año de la fundación de de INNOBAIX por el Consejo de Alcaldes del Baix Llobregat y Hospitalet, y posteriormente con el Area Metropolitana de Barcelona, ha impulsado más de cien proyectos de startups y reactivación de empresas senior.

    Dicho lo anterikor le sugiero visite nuestra web, que aunque seamos una organización modesta, gracias a la dedicación de un equipo y un espíritu voluntarista vamos ampliando nuestras líneas de colaboración público – privadas.

    Muy cordialmente

    Luis Bahamonde Falcón
    Presidente de la Agencia Innobaix
    http://www.innobaix.cat

    Nota: en nuestra web podrá ver la reciente presentación de mi libro: «La Empresa y su Mantenimiento en el Mercado. Reflexiones de un Empresario Senior»

    Libro que adicionalmente presentaré en ponencia en el Simposio Internacional de Derecho Consinter, que este año se celebrará en la Universidad de Barcelona los dias 15-17 de noviembre de 2023. En el mismo trato temas relacionados con la innovación en empresas y entidades públicas. Editorial Juruá.

  2. BAHAMONDE FALCON LUIS dice: 30/03/2023 a las 10:54

    Fé de erratas de mi escrito:

    Debe decir: Prof. Dr. David Vallespín Pérez . Universidad Politécnica de Castelldefels. Dicho lo anterior.


¿Y tú qué opinas?