Estudian el desplazamiento de tortugas boba en el Mediterráneo

26/06/16

tortugasInvestigadores del Campus de Gandia de la Universitat Politècnica de València colaboran con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en un proyecto para el seguimiento vía satélite de cuatro tortugas boba (Caretta caretta) cuyo objetivo final es comprender el comportamiento de esta especie para establecer estrategias de planificación marina para su protección, ya que las tortugas boba se encuentran en peligro de extinción.  El equipo de la UPV es pionero en el seguimiento vía satélite de tortugas menores de un año en el Mediterráneo y son muy escasos los estudios de este tipo en el mundo; de esta forma se puede conocer el comportamiento de las tortugas durante la mayor parte de su vida y no solo cuando son adultas.

Según Eduardo Belda, responsable del proyecto en el Campus de Gandia, los principales riesgos a los que se enfrentan los tortugas en el Mediterráneo son, en sus primeros meses, la depredación de peces y aves; durante toda su vida sufren también problemas de origen humano, como la pesca involuntaria o los plásticos, que las tortugas ingieren al confundirlos con medusas, así como los efectos del cambio climático.

Estudiantes de Máster de la UPV colaboran en el estudio

Eduardo Belda es el científico de la UPV responsable del marcado de estas tortugas; los datos recogidos serán analizados en la tesis doctoral de la investigadora Sara Abalo, titulada en el Máster en Evaluación y Seguimiento Ambiental de Ecosistemas Marinos y Costeros que imparte la UPV en Gandia y que colabora con el equipo de Eduardo Belda. En su tesis, titulada ‘Distribución y uso del hábitat de la tortuga boba  en el Mediterráneo: implicaciones para la estrategia de planificación marina’, estudiará el comportamiento de las tortugas jóvenes en el Mediterráneo, evaluando parámetros como por dónde se dispersan y en qué fechas, dónde se alimentan y se reproducen…con el objetivo de poder planificar la gestión marina: la colaboración con los pescadores, los usos de ciertas áreas marinas… También colabora en el proyecto Antonio Febrer, que está analizando datos para su Trabajo Final del mismo Máster de Ecosistemas Marinos y Costeros.

En este estudio, además de la UPV y el CSIC, participan la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía; el CEGMA de Algeciras; el Acuario de Sevilla y la Universitat de València. Los movimientos que realizan pueden seguirse en la web http://cienciagandia.webs.upv.es/ así como en http://www.seaturtle.org/ .

Primeros experimentos

Las tortugas del estudio de la UPV con el CSIC fueron soltadas al mar el 16 de junio, en la misma playa donde se encontró la puesta en 2015, junto a Almería; en total se dejaron en libertad 12 tortugas (8 sin marcar).

En marzo de 2015 el equipo de Eduardo Belda probó su sistema de seguimiento para tortugas boba con un ejemplar bautizado como Tortuga Lola; sus desplazamientos pudieron seguirse a través de la web http://cienciagandia.webs.upv.es/ y por Twitter con el hashtag #TortugaLola. Ya en septiembre de 2015, tras el éxito del sistema con la Tortuga Lola, el equipo de Belda marcó diversas tortugas de un año y las soltó en Elche. Esta iniciativa se llevó a cabo en colaboración con la Generalitat Valenciana, la Universitat de València,  l’Oceanogràfic y la ONG Xaloc, lo que permitió estudiar por primera vez cuáles son las rutas de dispersión y el hábitat que usan tortugas bobas tan jóvenes nacidas en las costas del Mediterráneo.  La ruta de estas tortugas también pudo seguirse a través de internet.

El cambio climático y sus efectos desconocidos

El cambio climático es otro de los peligros que acecha a las tortugas boba, explica Eduardo Belda: ‘Un ligero aumento del nivel del mar podría significar la inundación de zonas de puesta y la consiguiente muerte de los huevos y un aumento de temperatura podría conllevar el nacimiento de más hembras’.

Aunque sin demostrar, otra consecuencia, podría ser, indica el científico Eduardo Belda, la nidificación que se están produciendo en la costa española del Mediterráneo y que no se detectaba desde 1870. ‘Desde el 2001 se han encontrado unos 10 nidos de tortugas boba y desde hace tres años, cada año se halla alguno’. Según el investigador, es necesario estudiar la viabilidad de las tortugas que nazcan en las costas españolas, ya que en esta área el mar es frío en invierno y por debajo de 15 grados los ejemplares pueden morir.

Marcar especies para salvarlas

El científico Eduardo Belda tiene una extensa trayectoria en el marcado de diferentes especies de animales en peligro de extinción, aves y especies marinas. Para el marcado de las tortugas se están utilizando marcadores ligeros, de 18 gramos de peso, que funcionan con energía solar.