25 años cumplidos y muchos retos por delante

12/07/24

José Manuel Catalá Civera. Director del Instituto ITACA de la UPV

Hace 25 años, en 1999 un grupo de investigadores de nuestra universidad, la Universitat Politècnica de València, líderes de 7 grupos de investigación diferentes en varias disciplinas dentro del campo de las Tecnologías de Información y Comunicaciones (TIC), acordaron unir sus diversas experiencias en un centro de mayor envergadura, y así poder abordar problemas más complejos con mayor efectividad. Este enfoque colaborativo permitiría compartir recursos, fomentar la innovación interdisciplinaria y acelerar el desarrollo de soluciones tecnológicas avanzadas que individualmente serían difíciles de alcanzar. Además, un centro de investigación consolidado podría atraer mejor financiación, talento y establecer una presencia más significativa en la comunidad científica y tecnológica global y así fundaron el instituto ITACA.

Aquí se sumó la visión estratégica del gobierno de la universidad en esos años, liderada por el Sr. Rector D. Justo Nieto, quien apostó firmemente por este modelo de unidades de investigación de mayor tamaño, para lo que iniciaron un esfuerzo extraordinario de inversión, cuyo proyecto más ambicioso fue la Ciudad Politécnica de la Innovación (CPI), donde el Instituto ITACA se ubica desde sus inicios.

Así nace ITACA, con la misión de ser un centro de excelencia en la Investigación y el Desarrollo de las TIC, impulsar el progreso científico y tecnológico, formar a las futuras generaciones de investigadores y profesionales y con el firme propósito de innovar y transferir sus productos y servicios a la sociedad.

Han sido 25 años asombrosos y emocionantes en los que Europa y la ciencia han cambiado tremendamente pero donde la ciencia y Europa también se han visto profundamente desafiados y el Instituto ITACA ha sido testigo de esos períodos notables y, en muchos sentidos, también parte de las transformaciones que se han producido. Hemos cultivado un entorno donde la curiosidad intelectual y la creatividad pueden florecer, y donde la colaboración interdisciplinaria es la piedra angular de nuestras actividades. Cada proyecto, cada publicación, y cada descubrimiento han sido testigos del compromiso inquebrantable de nuestro personal y nuestros investigadores.

Hace 25 años, iniciamos un viaje: dos décadas y media de exploración científica, desarrollo tecnológico e innovación. Sin embargo, al igual que en el poema «Ítaca» de Constantino Cavafis, inspirado en la Odisea, Ítaca no es solo la meta o el destino final; el verdadero valor de esta aventura radica en el viaje en sí mismo, en las experiencias y lecciones aprendidas a lo largo del camino.

Al igual que el héroe de la Odisea, en nuestra propia travesía hemos descubierto tesoros en forma de nuevos conocimientos científicos, colaboraciones fructíferas y desafíos superados, pero también nos hemos enfrentado a cíclopes, mares embravecidos y dioses enojados que intentaron frenar nuestro progreso. Sin embargo, estas experiencias nos han enseñado la importancia de la perseverancia, la humildad, la capacidad de transformación y la elección de buenos compañeros de viaje. Estos elementos son fundamentales en nuestro camino hacia la excelencia.

En estos últimos años, hemos trabajado para construir este instituto no solo como un centro de investigación, sino como un espacio donde científicos, ingenieros y estudiantes puedan reunirse para explorar, innovar y enfrentar juntos los desafíos presentes y futuros. Al igual que el viajero de ‘Ítaca’, cada uno de nosotros ha sido transformado por las experiencias vividas aquí, y esta transformación es la que nos impulsa a seguir avanzando.

Después de 25 años nos encontramos probablemente en el momento más importante de nuestra historia, con más de 120 investigadores y una actividad investigadora, consolidada en múltiples disciplinas relacionadas con las Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC), y dedicada a ofrecer soluciones en tres pilares tecnológicos: Industria y Energía, Medio Ambiente y Movilidad, y Salud y Bienestar.

La diversidad del equipo multidisciplinar de ITACA, incluye ingenieros de telecomunicaciones, ingenieros industriales, electrónicos, forestales, agrónomos, ingenieros de materiales, informáticos, físicos, diseñadores industriales, médicos, etc., lo que nos proporciona un potencial extraordinario para enfrentar proyectos muy complejos y variados.

Las principales metas de ITACA están reflejadas en el lema del instituto, simbolizadas por las tres «i» en su logo: (“improve”) mejorar la sociedad mediante la transferencia y aplicación de conocimientos derivados de la investigación en TIC; (“innovate”), innovar promoviendo avances científicos y tecnológicos con un enfoque interdisciplinario; e (“involve”), involucrar fomentando una cultura emprendedora y colaborativa, y buscando sinergias con otros centros de investigación o industriales.

Desde su creación, ITACA ha participado en más de 1000 proyectos de investigación financiados por diversas fuentes, con un importe total superior a 100 millones de euros, de los cuales más del 20% procede de contratos directos con empresas. Durante estos años, ITACA ha publicado más de 1500 trabajos en revistas científicas de prestigio y más de 2.000 aportaciones a congresos internacionales. Nuestros investigadores han participado como inventores en más de 50 patentes y han promovido la creación de 5 spin-off/start-ups.

Esta actividad ha garantizado la sostenibilidad y expansión de nuestras investigaciones y nos ha permitido financiar en torno a 50 puestos de trabajo fijos en nuestras instalaciones.

En los últimos años, el interés de empresas y administraciones se ha alineado perfectamente con los pilares tecnológicos de ITACA y el prestigio del Instituto se evidencia por su sólida trayectoria en la ejecución de contratos con empresas y proyectos de colaboración público-privada a lo largo de los cinco continentes. Sólo en los últimos tres años hemos colaborado en 21 proyectos europeos y hemos firmado más de 30 convenios con empresas.

Actualmente nos encontramos en un momento crucial especialmente por el impacto significativo e interés empresarial, tanto a nivel nacional como internacional, que están generando los resultados de nuestras investigaciones y esto nos lleva a enfrentarnos a varios desafíos.

El primer desafío que quiero mencionar requiere un esfuerzo específico y una coordinación precisa para la valorización de los resultados obtenidos en los proyectos de investigación desarrollados por el Instituto y su transferencia al tejido empresarial. Aunque contamos con el apoyo de las estructuras de la Universidad a través del I2T, la obtención de financiación suficiente para la creación de una Unidad Científica de Innovación Empresarial (UCIE) como una entidad diferenciada dentro de ITACA sería de gran importancia para mejorar la transferencia de conocimiento, servicios y productos derivados de nuestros proyectos de I+D a las empresas, sobre todo a empresas de la Comunitat Valenciana. Esta unidad permitiría una gestión más efectiva y estructurada de la innovación, facilitando la conversión de los avances tecnológicos en productos y servicios comercializables, potenciando así el impacto económico y social de los proyectos de investigación de ITACA. Aun así, necesitamos involucrar a más empresas desde las etapas iniciales de los proyectos para orientar la investigación hacia las áreas de mayor innovación.

El segundo desafío, compartido por muchas entidades de investigación de la Universidad, consiste en la renovación generacional de los investigadores principales (IPs) del Instituto. La falta de incorporación de personal docente e investigador en la plantilla de la Universidad durante los últimos años ha provocado un envejecimiento significativo del personal en muchas entidades de investigación. En ITACA, la edad media del personal docente e investigador (PDI) supera sobradamente los 50 años.

Esto ha resultado en que el relevo natural de liderazgo en muchas áreas de investigación recaiga en investigadores contratados que han trabajado en nuestros laboratorios (algunos por más de 20 años), pero que aún no pueden participar formalmente como investigadores en los proyectos donde realmente están investigando, debido a su condición contractual de técnicos de laboratorio (PAS).

Me consta que desde el Vicerrectorado de Investigación están haciendo un trabajo extraordinario y existe buena voluntad para resolver este problema. Sin embargo, la situación se está prolongando mucho más de lo que nos gustaría. No solo se limita la progresión profesional de los investigadores, sino que también se impide que sus currículos aparezcan en las propuestas, reduciendo la competitividad y las posibilidades de éxito de estas. Por ello, aprovecho esta oportunidad para pedir al equipo rectoral de la UPV que todas las partes implicadas nos pongamos a trabajar conjuntamente en la solución de este problema con la mayor celeridad posible.

Miramos al futuro, nos comprometemos a seguir siendo un centro de excelencia, a aprender de nuestros errores, impulsar la frontera del conocimiento y trabajar incansablemente para encontrar soluciones a los retos más apremiantes de nuestro tiempo. Estamos más motivados que nunca para enfrentar los desafíos emergentes con la misma pasión y determinación que nos han guiado hasta ahora.