Evaluación de la investigación: menos burocracia, más ilusión
Jordi Molas (Instituto INGENIO, UPV-CSIC) e Ismael Ràfols (Centre for Science and Technology Studies-Leiden University)
El Acuerdo para la reforma de la evaluación de la investigación en Europa publicado el pasado mes de julio es una gran oportunidad para reformar el sistema español, en un momento en que se debate la nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU).
Este acuerdo europeo establece la primacía de la evaluación por pares basada en criterios cualitativos con el fin de poder reconocer la diversidad de contribuciones y carreras investigadoras, y aboga por el abandono del uso inapropiado de las métricas basadas en revistas. ¿Y qué pasa en España? ¿Cómo puede reformarse aquí la evaluación, muy basada en estas métricas, para alinearse con estos principios? Hay cambios estructurales imprescindibles, que pasan por una transformación de la gobernanza, devolviendo autonomía a las universidades. Las evaluaciones individuales realizadas por agencias externas a la universidad deberían limitarse y fomentar, en cambio, la evaluación institucional.
Abogamos por una propuesta de ‘acreditación institucional’. Este sistema de gobernanza permitiría una flexibilidad de contratación que favorecería la valoración de perfiles según las necesidades específicas de cada universidad y departamento.
Existe en este momento una ventana de oportunidad para reconducir la evaluación de la investigación en España hacia horizontes más positivos, en los que tal y como recogemos en nuestra propuesta, la evaluación tenga menos que ver con la burocracia y el control, y más con la ilusión de apoyar el papel de la universidad y de la investigación en la construcción de un futuro mejor.