Los azudes y otros obstáculos, una amenaza para las especies de peces autóctonas del Júcar
Los azudes y otros obstáculos artificiales están poniendo en peligro las poblaciones de peces autóctonos del río Júcar. Así se deriva de un nuevo estudio elaborado desde el Instituto de Investigación para la Gestión Integrada de Zonas Costeras de la Universitat Politècnica de València (IGIC), ubicado en el campus de Gandia. El objetivo de este trabajo era localizar obstáculos artificiales en el curso del río y evaluar sus efectos potenciales sobre la conectividad en relación a la movilidad de los peces. Sus conclusiones fueron presentadas el pasado 28 de septiembre en Tarazona de la Mancha (Albacete), durante el seminario Figuras y alternativas de protección para los espacios fluviales, organizado por el proyecto EFLUS II.
Los obstáculos artificiales tienen un gran impacto sobre las especies piscícolas autóctonas del río Júcar y contribuyen a la expansión de las especies exóticas. Esta cuestión fue puesta de manifiesto en otro estudio también realizado por la UPV en el río Júcar aguas abajo del embalse de Alarcón en 2009, que determinó que las poblaciones de especies autóctonas del Júcar, principalmente el barbo, representan un 18 % frente al 82 % de las especies exóticas, principalmente gobio, alburno y percasol. Igualmente este estudio reveló que las poblaciones de barbo se encuentran en declive, de manera que si las condiciones de gran alteración del hábitat continúan, el barbo del Júcar podría desaparecer de estos tramos del río Júcar, lo mismo que ya pasó con la Loina o Madrilla del Júcar.
El trabajo presentado ahora evaluó 9 azudes en la provincia de Cuenca y 14 en la de Albacete. De su análisis, los investigadores de la UPV concluyen que la mayoría de los obstáculos son infranqueables para los peces autóctonos, lo que impide la adecuada movilidad de los mismos afectando a su reproducción y comprometiendo la sostenibilidad de las poblaciones. Además los azudes alteran el hábitat potenciando a las especies introducidas, debido a las aguas remansadas.
El estudio pone de manifiesto que la riqueza de peces nativos del Júcar se puede mejorar con sencillas medidas como la eliminación de estos azudes, en la mayor parte de los casos de minicentrales hidroeléctricas abandonadas hace muchos años. Dicha mejora fue analizada anteriormente, mediante modelos matemáticos que fueron publicados a nivel internacional. “Por tanto procedería por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar la extinción de derechos sobre estos azudes y proceder a su demolición, como se hace en otras cuencas. Esta cuestión debería ser recogida en el Plan Hidrológico de la Cuenca del Júcar que se está tramitando y que actualmente se encuentra en proceso de información pública. En aquellos casos de azudes con derechos vigentes se deberían crear pasos para peces adaptados según el obstáculo, como indica el estudio”, apunta Francisco Martínez Capel, investigador principal de los estudios de la UPV.