Nuevo sistema para mejorar la seguridad de las presas ante el riesgo de deslizamientos
Juan Fullana, investigador del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente (IIAMA) de la Universitat Politècnica de València (UPV), ha desarrollado un sistema que establece, en función de la información disponible, el margen de seguridad de las presas frente a posibles deslizamientos.
Este trabajo es resultado de su tesis doctoral, titulada “Una contribución al establecimiento del margen de seguridad contra el deslizamiento de presas de gravedad en explotación en función de la información disponible”, dirigida por Ignacio Escuder Bueno, también miembro del IIAMA-UPV) y Luis Altarejos García, investigador de la Universidad Politécnica de Cartagena.
Más de 1.200 grandes presas en explotación en España
El proyecto tiene su origen en la existencia en la España actual de más de 1200 grandes presas en explotación, muchas de las cuales fueron construidas en las décadas de los 50, 60 y 70 del siglo XX con criterios de seguridad menos exigentes que los actuales.
Como consecuencia de ello, a la hora de llevar a cabo las comprobaciones estructurales reglamentarias, la información disponible sobre cada una de las infraestructuras es muy dispar, tal y como indica Fullana: “Hay grandes diferencias en cuanto al grado de conocimiento sobre la litología, la caracterización mecánica de los materiales, la geometría, la subpresión o los datos de auscultación, entre otros aspectos. Además, la normativa tampoco regula taxativamente la mínima información que deba estar disponible sobre cada uno de estos parámetros para la evaluación de la seguridad”.
Un intento de perfeccionar el procedimiento determinista
Con el fin de abordar este problema, el estudio desarrolla un procedimiento para establecer el margen de seguridad necesario para la comprobación del riesgo de deslizamiento, que “puede considerarse un intento de perfeccionar el procedimiento determinista o método de los coeficientes de seguridad”. Así, estos últimos se establecen en función de la información disponible y su calidad, así como de la incertidumbre sobre el conocimiento de su resistencia a deslizamiento (vinculada a los parámetros resistentes adoptados, rozamiento y cohesión), que se clasifica en máxima, media o mínima”. Para ello, Fullana sostiene que es necesario realizar un juicio crítico de la información utilizada, dando por buena la premisa de que la cantidad y calidad de la información está directamente vinculada a su incertidumbre: “Cuanta más información y de mejor calidad exista sobre los parámetros resistentes, menos incertidumbre recaerá en los coeficientes de seguridad resultantes de la comprobación a deslizamiento”.
Resultados obtenidos
La metodología se ha aplicado a un conjunto de 16 presas en explotación de titularidad estatal, con una edad media del grupo de 50 años, lo que las hace representativas del parque nacional. Al analizarlas, en los casos en que la incertidumbre de la información ha sido calificada como media y los parámetros resistentes se encuentran también en la zona media del rango razonable en función de la litología de la presa, los coeficientes de seguridad resultantes son los recomendados para la aplicación del Reglamento Técnico de Seguridad de Presas y Embalses. En los casos poco deseables de incertidumbre alta y asignación de parámetros elevada, se han obtenido incrementos del 40% sobre los coeficientes propugnados por la citada normativa, mientras que, con incertidumbre escasa y asignación baja de parámetros, la reducción ha sido del 20% con respecto a los valores establecidos en el reglamento.
Valor añadido del estudio
A su vez, el proyecto señala que, si la aplicación con incertidumbre máxima o incluso media no verifica el criterio de seguridad actual, se debe profundizar en el conocimiento de la presa y reducir dicha incertidumbre en aquellos aspectos directamente vinculados a los parámetros resistentes. De hecho, Fullana sostiene que proponer esta nueva metodología debe considerarse un progreso en el estudio sobre presas “ya que en las actuales recomendaciones para la aplicación de la normativa, los márgenes de seguridad son estáticos para todas estas infraestructuras”. En este sentido, el investigador de la UPV incide en que este procedimiento puede ser utilizado como herramienta de ayuda en la toma de decisiones sobre inversiones para incrementar la seguridad en determinados supuestos: “En los casos en que no se pueda mejorar sustancialmente la incertidumbre de la información, cabe plantear primeramente medidas estructurales o de gestión para aumentar la seguridad en aquellas en tengan mayor distancia entre el coeficiente de seguridad resultante y el de cálculo, es decir, como sistema de priorización de inversiones”.