La improvisación frena la innovación de las pymes constructoras
Las pequeñas y medianas empresas de construcción españolas priorizan la obtención de contratos y la producción sobre cualquier actividad de I+D. Están muy concentradas en las actividades del día a día y no dedican tiempo a generar ideas creativas. Sus mejoras tecnológicas suelen ser fruto de la necesidad y tienen por objetivo resolver problemas puntuales a pie de obra. Esa innovación no se comunica ni difunde y acaba perdiéndose, según un estudio de la Universitat Politècnica de València.
Según comenta a Sinc Eugenio Pellicer, profesor de ingeniería de la construcción de la UPV y uno de los autores del estudio, “las empresas del sector trabajan con contratos que tienen un período de tiempo limitado, de meses normalmente, y necesitan asegurar una contratación mínima anual para poder sobrevivir; sobre todo cuando se trata de pymes. Estas compañías –poco diversificadas en su producto y en su mercado– priorizan la obtención de nuevos contratos y la producción sobre cualquier otra actividad”.
Pellicer resalta que los directivos de las pymes constructoras “están completamente centrados en que la producción sea rentable para la empresa y satisfactoria para el cliente, por lo que dedican la mayor parte de sus esfuerzos a planificarla y controlarla, dando poca importancia a todo lo demás Con todo ello, no disponen de tiempo para otras actividades, entre otras, reflexionar sobre lo realizado y, si es algo innovador, documentarlo y difundirlo”, agrega.
Por el contrario, las grandes firmas llevan ya tiempo haciendo una sistematización de sus esfuerzos innovadores, impulsada por el apoyo público, las certificaciones de Aenor y ciertos beneficios fiscales.
Mejora de procesos
La implementación de un modelo que mejore los procesos de innovación y adquisición de conocimiento podría ser la solución para que las firmas de menor tamaño superen sus desventajas. Para estudiar la mejor manera de hacerlo, los investigadores de la UPV han analizado el sistema de gestión de una empresa mediana de la construcción durante un periodo de nueve años.
“Ha sido muy interesante percibir que los jefes de obra sí son conscientes de que innovan, fundamentalmente para resolver problemas que surgen durante la construcción o para satisfacer requerimientos de los clientes. Se trata de mejoras técnicas ocasionales fruto de la necesidad. Su problema es que la falta de tiempo –y también de reconocimiento por parte de la dirección de la empresa– les impide reflexionar, documentar y comunicar adecuadamente esas innovaciones“, señala el profesor.
Sin embargo, se han empezado a apreciar algunos cambios. “La valoración adicional por innovación incluida por las agencias públicas en los pliegos de licitación a partir de 2005, que asignaban una puntuación específica relativa a innovación en los concursos públicos entre un 10% y un 30% del total, dio lugar a que los directivos empezaran a cambiar su actitud”, añade.
Sistematizar la innovación
En su análisis los investigadores vieron que el apoyo de la alta dirección a los técnicos que estaban ejecutando las obras fue primordial para motivar a toda la organización, y también para introducir cambios que ayudaran a sistematizar la innovación.
“Con sencillas modificaciones en algunos procedimientos se facilitó a los jefes de obra la comunicación adecuada de la resolución de problemas que fueran susceptibles de convertirse en alguna innovación –añade–. De este modo, lograron la atención y el apoyo de los servicios centrales de la empresa para buscar la mejor solución, documentarla y difundirla adecuadamente”.
Referencia bibliográfica:
Víctor Yepes, Eugenio Pellicer, Luis F. Alarcón y Christian L. Correa. “Creative Innovation in Spanish Construction Firms”. Journal of Professional Issues in Engineering Education and Practice, American Society of Civil Engineers (2016), 04015006, DOI: 10.1061/(ASCE) EI.1943-5541.0000251