Cuando la tecnología se hace profunda: La UPV debate el rumbo hacia la próxima ola industrial

La Ciudad Politécnica de la Innovación (UPV) ha reunido a ciencia, empresa e inversores para debatir la estrategia nacional y valenciana de Deep Tech
La jornada «El Deep Tech en las agendas de investigación e innovación» organizada por la Oficina de Transferencia de Conocimiento de la Universitat Politècnica de València (UPV), UPV Innovación, reunió a personal investigador, corporaciones, administración pública y capital riesgo para debatir cómo convertir a la Comunitat Valenciana en un hub de tecnologías profundas.

La brújula internacional de Faÿçal Hafied
El economista y analista de innovación Faÿçal Hafied abrió la jornada con una radiografía cruda y esperanzadora del ecosistema deep-tech español. En 2023, recordó, las startups de ciencia dura captaron 500 M€ repartidos en 156 operaciones —un 45 % más que en 2022—; la proporción de rondas superiores a 25 M€ y valoraciones medias por encima de 5 M€ indica que el mercado «ha dejado de gatear para empezar a correr». España ostenta el 8º puesto europeo, todavía lejos del tridente Reino Unido–Francia–Alemania, pero con lecciones a mano: el “Plan Deep Tech” francés escaló al país del 5.º al 2.º lugar en apenas cinco años, demostrando —dijo— «el impacto de una política pública cuando corrige fallas de mercado».
En el zoom autonómico, Cataluña concentra el 40 % de la financiación, mientras que Valencia ya es el tercer ecosistema nacional y acelera gracias a su nicho aeronáutico-defensa, «perfectamente alineado con el programa europeo Rearm EU». El reto, subrayó Hafied, es atraer limited partners internacionales mediante un fondo de fondos público con lógica first-loss, abrir la contratación pública a startups tempranas y blindar las tecnologías estratégicas frente a adquisiciones predatorias. Su mensaje de cierre: «La escala europea no es opcional; es la única manera de que la deep tech ibérica sea relevante».

Mesa redonda: del diagnóstico Deep Tech a las palancas de acción
La conversación, moderada por el vicerrector de Innovación y Transferencia de la UPV, Salvador Coll, giró en torno al gran cuello de botella regional: el escalado de las startups. Coll lanzó la pregunta: «¿Qué palancas puede activar la Generalitat Valenciana (GVA) para que nuestras spin-offs den el salto industrial?».

Rafa Sebastián, Director General de Investigación (GVA) respondió que hasta ahora «las ayudas de la GVA se dirigen a ciencia básica y aplicada», pero adelantó la creación en 2026 de un paquete de 8 M€ específico para deep tech que abarcará nuevos sectores y que permita asegurar «la germinación de las spin-offs tecnológicas».

María Belén Picó, vicerrectora de Investigación de la UPV, subrayó que «somos muy buenos en investigación, pero hay que formar más en innovación». Propuso programas de open-innovation y criterios de contratación que valoren la capacidad de transferencia, «porque captar talento investigador no basta si no sabe acercarse al mercado». También reclamó más inversión internacional y privada para complementar los recursos públicos.
Por otra parte, Faÿçal Hafied insistió en la necesidad de un fondo de fondos con primera pérdida pública: «Sin ese colchón, el capital internacional no aterrizará». Para la Comunitat Valenciana, recomendó especializarse «en fotónica integrada y tecnologías duales de defensa», donde ya existe masa crítica.
Así, tanto la mesa de debate como las conclusiones de Fernando Conesa, director de la OTC, coincidieron en que la financiación temprana, la formación en negocio y compra pública innovadora puede convertir a Valencia en referente estatal de tecnologías profundas. La combinación público/privado es esencial, con un papel motor del Estado en fases tempranas y la Comunidad Valenciana tiene una oportunidad clave en tecnologías duales o de doble uso civil y militar.

Con ese reto resonando, la Ciudad Politécnica de la Innovación, parque científico de la UPV, se prepara ya para la próxima cita del Fórum UPV Innovación —24 de octubre—, dedicada a la geopolítica de la I+D. Hasta entonces, el eco del deep tech seguirá expandiéndose por el ecosistema de innovación valenciano.

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